El calcio y la salud de los huesos

Si bien a menudo nos centramos en la ingesta de calcio en los adultos mayores para prevenir fracturas, pérdida ósea y osteoporosis, la ingesta de calcio en la infancia posiblemente es más importante para la longevidad y la salud de los huesos a largo plazo que el uso de suplementos de calcio en la tercera edad.

Durante la infancia y la adolescencia, los huesos crecen y finalmente alcanzan la "masa ósea máxima". Este proceso depende de la ingesta de calcio. De hecho, cerca del 99 % de todo el calcio en el cuerpo se encuentra en los huesos, y este calcio tiene que provenir de lo que consumimos.

Durante la adolescencia, hay un período de tres a cuatro años de acumulación ósea máxima, donde se deposita el 40 % de la masa ósea adulta. En las niñas, el pico se produce alrededor de los 12.5 años, mientras que en los niños, el pico se produce alrededor de los 14 años. Durante estos años, las demandas de calcio son altas, y si se produce un consumo inadecuado de calcio, la masa y la fuerza ósea general podrían verse comprometidas. Esto podría llevar a mayores riesgos de padecer osteoporosis y fracturas en etapas posteriores de la vida. Si la ingesta de calcio se mantiene, el riesgo de sufrir problemas óseos puede reducirse al mínimo en la edad adulta.

Los últimos años de la infancia y los primeros años de la adolescencia presentan una ventana de oportunidad para desarrollar huesos fuertes y saludables. Si se deja pasar la oportunidad, la masa ósea máxima puede verse comprometida, y estas personas podrían ser mucho más propensas a padecer problemas óseos y pérdida ósea a medida que envejecen.

Otros beneficios del calcio

Aparte de la salud ósea en los niños en desarrollo, el calcio es importante por otros motivos. Algunos de los últimos datos indican que el aumento en los niveles de calcio reduce ligeramente la presión arterial, especialmente en personas más jóvenes. Si bien los cambios son modestos, incluso pequeñas reducciones en la presión arterial pueden traducirse en mejoras considerables en la salud. Reducir la presión arterial solo en dos puntos puede disminuir el riesgo de muerte por un accidente cerebrovascular o cardiopatía en 10 y 7 %, respectivamente.

Como nutriente, el calcio es utilizado para la contracción muscular, la conducción nerviosa, la coagulación de la sangre y en varios sistemas de emisión de señales. El mineral es necesario para la función fisiológica normal y, debido a las necesidades del organismo, este es estrictamente regulado para mantener un suministro fiable.

Requerimientos de calcio

Para niños y niñas, las recomendaciones de calcio de los Institutos Nacionales de Salud son las mismas a lo largo de la adolescencia:

  • 0-6 meses, 200 mg
  • 7-12 meses, 260 mg
  • 1-3 años, 700 mg
  • 4-8 años, 1000 mg
  • 9-13 años, 1300 mg
  • 14-18 años, 1300 mg

Sin embargo, a nivel mundial, las recomendaciones de calcio varían dependiendo de la población. En Europa, las recomendaciones para las edades de 1-3, 4-10 y 11-17 son 450 mg, 800 mg y 1150 mg por día, respectivamente. Algunos datos incluso indican que las poblaciones asiáticas tienen una mejor absorción de calcio y no necesitan tanto como otras poblaciones, lo que podría reducir los requerimientos de calcio en algunas personas de origen asiático.

Las recomendaciones de calcio alcanzan su pico en el ciclo vital durante los 9 a 18 años. Lamentablemente, muchos niños no cumplen con las recomendaciones de calcio. En Estados Unidos, es muy probable que las adolescentes no lleguen a los niveles recomendados, pues consumen 27 % menos calcio de lo que se recomienda. En Asia, algunas estimaciones indican que más del 96 % de los niños no consumen niveles adecuados de calcio. Con base en los escasos datos disponibles respecto al consumo de calcio en África y Sudamérica, al parecer este se sitúa cerca de la mitad de los niveles recomendados, lo que pone a muchos niños en riesgo de presentar deficiencia de calcio y un desarrollo óseo insuficiente.

Sin embargo, es curioso que exista cierta paradoja. En muchos países con menor consumo de calcio, las tasas de osteoporosis y fracturas óseas en etapas posteriores de la vida son más bajas. A esto se le denomina "la paradoja del calcio", y aún no se entiende plenamente por qué algunas poblaciones parecen ser más resistentes a los problemas óseos, incluso con un consumo de calcio más bajo. Lo más probable es que tenga que ver con la complejidad de diversos factores que influyen sobre la pérdida ósea a medida que envejecemos, incluyendo otros componentes nutricionales y de estilo de vida.

Fuentes alimenticias de calcio

Para cumplir con los requisitos nutricionales de calcio, se debe consumir alimentos ricos en este mineral de forma regular. Entre las fuentes alimenticias con mayor contenido de calcio están las siguientes:

  • Leche descremada, 610 mg en 16 oz.
  • Sardinas enlatadas, 569 mg en 1 taza
  • Yogur natural, 297 mg en 8 oz.
  • Semillas de sésamo enteras, 281 mg en 1 oz.
  • Queso (por ejemplo, mozzarella), 273 mg en 1 oz.
  • Col rizada cocida, 268 mg en 1 taza
  • Frijoles de soja verdes cocidos, 261 mg en 1 taza
  • Espinaca cocida, 245 mg en 1 taza
  • Salmón enlatado con piel y espinas, 241 mg en 3 oz.
  • Frijoles cocidos (alubias), 211 mg en 1 taza
  • Col berza cocida, 195 mg en 1 taza
  • Semillas de chía, 179 mg en 1 oz.
  • Granos teff cocidos, 124 mg en 1 taza
  • Okra cocida, 123 mg en 1 taza
  • Amaranto cocido, 116 mg en 1 taza
  • Calabaza de invierno horneada (bellota), 90 mg en 1 taza
  • Almendras, 76 mg en 1 oz.
  • Brócoli, 62 mg en 1 taza

Si bien los alimentos lácteos a menudo son destacados por su rol en la ingesta de calcio, otros alimentos como las nueces y semillas, verduras, pescado (con espinas) y los granos enteros, también pueden ser fuentes confiables.

Si un niño no está cubriendo sus necesidades de calcio a través de la dieta, se puede considerar el uso de suplementos. Los estudios han descubierto beneficios para el desarrollo óseo con el uso de suplementos de calcio, aunque un estudio descubrió que estos fueron mayores cuando los suplementos se combinaron con actividad física y se utilizaron en las etapas tempranas de la pubertad. Un estudio acerca del uso de un suplemento de citrato-malato de calcio, descubrió un incremento anual de 24 gramos en la masa ósea de las adolescentes. Los autores llegaron a la conclusión de que el uso de suplementos podría ayudar a prevenir futuros eventos de osteoporosis.

Vitamina D, magnesio y calcio

Cuando se trata de consumo de calcio y beneficios, a menudo, solo se resalta este mineral y no se toma en cuenta la información respecto a otras vitaminas y minerales que trabajan de manera conjunta con el mineral. También es fundamental considerar la vitamina D y el magnesio para la salud ósea y en combinación con la ingesta de calcio.

Vitamina D y calcio

Si bien consumir una cantidad adecuada de calcio es fundamental, la vitamina D también es necesaria para absorber ese calcio y utilizarlo en el cuerpo. La deficiencia de calcio o vitamina D durante la infancia puede provocar raquitismo, una enfermedad en la que los huesos están mal mineralizados y presentan una baja masa ósea. En los niños con niveles normales de vitamina D, el uso de suplementos no necesariamente produce beneficios; sin embargo, en los niños con bajos niveles de vitamina D, este mineral puede ser beneficioso.

Y, al parecer, la vitamina D también tiene un efecto protector cuando se combina con suplementos de calcio. A lo largo de las últimas décadas, se ha estado acumulando información lentamente que indica que el uso de suplementos de calcio podría incrementar el riesgo de sufrir cardiopatías. El riesgo solo está asociado con el calcio de los suplementos, ya que el que proviene de los alimentos, al parecer, no produce ningún riesgo.

Los datos también indican que el mayor riesgo de sufrir cardiopatías con el uso de suplementos de calcio podría ser mitigado usando el suplemento de calcio junto con vitamina D. La combinación podría funcionar como cerco para proteger de los potenciales problemas y efectos adversos sobre la salud del corazón, que se podrían generar con el uso del suplemento de calcio por sí solo.

Magnesio y calcio

Cuando se trata de la salud de los huesos, a menudo, el calcio se lleva todo el protagonismo. Sin embargo, el magnesio, otro mineral fundamental que a menudo no se consume lo suficiente, también es fundamental para la salud de los huesos.

Los estudios muestran que la deficiencia de magnesio es generalizada. En algunas poblaciones, hasta el 50 % de los individuos no consumen una cantidad adecuada del mineral. Y esto, a pesar de que el mineral es fundamental para varias funciones en todo el organismo, incluyendo la salud de los huesos. Un pequeño estudio realizado en niñas que consumían bajos niveles de magnesio, descubrió que con el uso de suplementos de magnesio se incrementó considerablemente la masa ósea. En el estudio, el uso de suplementos de magnesio mejoró la masa ósea de manera más significativa en la cadera. Los estudios en etapas posteriores de la vida también han mostrado que el magnesio tienen efectos de conservación ósea, ayudando a disminuir la pérdida ósea a medida que envejecemos.

Conclusión

El calcio es un nutriente fundamental para el desarrollo de los huesos desde la niñez hasta la adolescencia. Lamentablemente, muchos niños a nivel mundial no obtienen la cantidad adecuada de calcio de sus dietas, lo que contribuye a una reducción en la densidad mineral y masa ósea durante el desarrollo. La menor masa ósea puede hacer que corran riesgo de padecer pérdida ósea, osteoporosis y fracturas de los huesos a medida que envejecen. El uso de suplementos de calcio puede ayudar a mejorar el desarrollo de los huesos de ser necesario, al igual que la incorporación de la vitamina D y el magnesio cuando sus niveles son deficientes en la dieta.

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