Con tantos multivitamínicos de donde elegir en el mercado, puede ser difícil saber cuál es el mejor para usted. Este artículo explorará el vasto mundo de los multivitamínicos y en lo que debe fijarse al seleccionar el que mejor se adapte a sus necesidades nutricionales.

Multivitamínicos, una visión histórica

A principios del siglo veinte, solo se reconocía a los carbohidratos, las proteínas y las grasas como nutrientes esenciales en los alimentos. Debido a la falta de higiene, las enfermedades proliferaban durante esa época y se desinfectaban los alimentos para disminuir las bacterias. Desafortunadamente, las prácticas sanitarias, como el pulido de los granos y la esterilización de la leche, destruían muchas de las vitaminas presentes en los alimentos La deficiencia de vitamina B con los consiguientes daños al sistema nervioso y el escorbuto por deficiencia de vitamina C aumentaron y se volvieron algo muy común.

En 1912, los científicos descubrieron que los alimentos contenían más que solo carbohidratos, proteínas y grasas. El nombre que se les dio a estos nutrientes adicionales fue “sustancias accesorias” antes de que se acuñara el término "vitamina" que se usa hoy en día. Se le atribuye a Casimir Funk el descubrimiento de las vitaminas. Su teoría era que muchas enfermedades podían curarse con vitaminas que se encontraban en los alimentos.

En 1915 un médico estadounidense llamado Forrest C. Shaklee formuló el primer multivitamínico. Vendía su producto como "Shaklee’s Vitalized Minerals” hasta 1929 que fue cuando comenzó a utilizar el término "vitamina". El primer multivitamínico de una toma al día hizo su debut en el mercado en 1943, y a mediados de la década de 1950, los multivitamínicos se promocionaban comúnmente para acompañar las comidas.

Con el paso de los años, los multivitamínicos han evolucionado en una gran variedad de fórmulas diferentes y distintas fuentes de extracción de las vitaminas y los minerales. En 1973, la empresa MegaFood fue pionera en utilizar alimentos para extraer vitaminas en lugar de utilizar ingredientes sintéticos. Otras empresas también comenzaron a utilizar ingredientes de origen vegetal para crear multivitamínicos más naturales en la década de 1970.

En el mercado actual, tenemos opciones aún más innovadoras como, sin soja, sin gluten, sin lácteos, orgánicas, veganas y más. Una de las tendencias más recientes en los multivitamínicos es la vitamina de alta potencia. ¿Qué significa esto y cómo saber si la su vitamina es de alta potencia?

¿Qué es una vitamina de alta potencia?

Según la definición de la FDA de 1997, el término "alta potencia" puede utilizarse en la etiqueta de un producto para describir vitaminas o minerales específicos que estén presentes en un 100 % o más de la ingesta diaria de referencia (IDR) por cantidad de referencia consumida habitualmente. Otra forma de decir esto sería que si la vitamina cumple con el 100 % de la IDR, puede etiquetarse como de alta potencia.

Tomar una vitamina de alta potencia es importante porque deben ser un suplemento. Esto significa que si no está obteniendo todas la vitaminas y minerales necesarias de su dieta o comida diaria, entonces tomar un multivitamínico puede complementar los nutrientes faltantes en su ingesta de alimentos. Si lo que busca es complementar sus vitaminas y minerales, entonces querrá que su multivitamínico le dé al IDR de cada nutriente.

Qué debe tener en cuenta al elegir un multivitamínico

Ahora que sabemos que debemos revisar en la etiqueta que los ingredientes de nuestro multivitamínico ofrezcan el 100 % o más de la IDR para confirmar que estamos tomando un producto de alta potencia, ¿en qué más debemos fijarnos al elegir un multivitamínico?

1. Verifique que su multivitamínico tenga los nutrientes que necesita.

Si se le ha diagnosticado una deficiencia nutricional, como la de la vitamina B o la vitamina D, asegúrese de que su multivitamínico tenga estos nutrientes de alta potencia.

Además, se debe asegurar que las vitaminas favorezcan sus objetivos y su estilo de vida. Por ejemplo, si desea mejorar su salud visual, la vitamina A es importante. De igual manera, si tiene diabetes, la biotina puede ser un buen ingrediente que buscar en su multivitamínico. Otro ingrediente ideal para diabéticos es el cromo.  El cromo es un oligoelemento que puede mejorar la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de los carbohidratos.

Si está embarazada o quiere embarazarse, un multivitamínico alto en ácido fólico o B9 y B12. Ambos son esenciales para prevenir malformaciones congénitas.

2. Los antioxidantes son la clave de un buen multivitamínico.

Las vitaminas como la vitamina E y vitamina C son poderosos antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo de radicales libres. Los radicales libres hacen que las células envejezcan más rápido y además les provocan daños. Los radicales están relacionados con las enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas.

La vitamina E también juegan un papel clave en muchas otras funciones del cuerpo, como la visión, el cerebro, la piel y la salud reproductiva. La vitamina C es necesaria para el crecimiento y la reparación adecuada de los tejidos del cuerpo e influyen en la correcta función inmune y curación de heridas. El desarrollo y mantenimiento de los dientes, huesos, colágeno y cartílago dependen de la vitamina C.

El ácido alfa-lipoico es otro excelente antioxidante que puede mejorar la función nerviosa, reducir la inflamación, retrasar la progresión de la pérdida de memoria y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

El licopeno es otro poderoso antioxidante que debe estar en la lista de ingredientes de su multivitamínico de alta potencia. Otro posible beneficio del consumo de licopeno es la protección contra los rayos del sol. En el caso de las personas con síndrome metabólico, el licopeno puede ayudar a disminuir el riesgo de muerte prematura. Otro de los beneficios del licopeno es la disminución del riesgo de enfermedades cardíacas.

3. Elija un multivitamínico que le ayude a producir energía.

El ácido pantoténico, también conocido como vitamina B5, ayuda a convertir los alimentos en energía. Este nutriente especial, también ayuda al metabolismo de la grasa del cuerpo.

La vitamina B12 es otro nutriente que impulsa la energía y que debe estar presente en su multivitamínico. El B12 es esencial para la formación de células rojas y ayuda a prevenir la anemia. La anemia causa fatiga en la mayoría de los pacientes. Además de sus efectos de estimulación de energía, la vitamina B12 también contribuye a un embarazo saludable al prevenir defectos de nacimiento. Tener un buen nivel de B12 puede reducir el riesgo de degeneración macular, osteoporosis y depresión.

El cromo también contribuye a la energía ayudando a la conversión de proteínas, carbohidratos y grasas en energía que su cuerpo puede usar.

El boro es un oligoelemento que ayuda a fortalecer los huesos, a aumentar los niveles de testosterona y fortalecer el rendimiento deportivo.

4. Seleccione un multivitamínico que tenga bondades adicionales.

Muchos multivitamínicos modernos ofrecen hierbas y otros ingredientes que no son vitaminas ni minerales como beneficio adicional.

La flor de caléndula es un buen ejemplo de hierba adicional que puede encontrarse en un multivitamínico de primera calidad. La caléndula puede incrementar el flujo sanguíneo, ayudar al crecimiento saludable de los tejidos, disminuir la inflamación y ayudar a combatir infecciones.

Los pigmentos vegetales o los flavonoides, como la quercetina, son una adición inteligente a un multivitamínico diario. La quercetina es un poderoso antioxidante con cualidades para aliviar las alergias. También se sabe que reduce el riesgo de desarrollar un trastorno neurológico, enfermedades cardíacas e infecciones.

Los efectos calmantes pueden añadirse a la larga lista de beneficios multivitamínicos con la adición de apigenina a la fórmula. La apigenina es una flavona que es un ingrediente activo del té de manzanilla. Puede inducir relajación o sedación junto con sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. La apigenina también se encuentra de forma natural en el orégano, el perejil, las alcachofas y las espinacas.

5. Elija un multivitamínico adecuado para su edad y sexo.

Dependiendo de su edad y sexo, puede necesitar más o menos cantidad de ciertos micronutrientes presentes en los multivitamínicos.

Si es una mujer premenopáusica, puede necesitar más hierro que una mujer posmenopáusica o un hombre. Las personas mayores pueden necesitar más calcio y vitamina D. Los hombres suelen necesitar más vitamina ABEK, así como zinc que las mujeres.

Aunque lo ideal sería que los niños se nutrieran debidamente con las comidas y los tentempiés, es posible que su dieta carezca de las vitaminas y los minerales necesarios para un sano crecimiento y desarrollo. Los niños necesitan una buena cantidad de calcio para desarrollar sus huesos y fibra para una motilidad intestinal saludable.

Efectos secundarios comunes de los multivitamínicos

Si se toman correctamente, no se esperan efectos secundarios graves de los multivitamínicos.

Los efectos secundarios que pueden producirse al tomar multivitamínicos son: náuseas, malestar estomacal, enrojecimiento, sabor desagradable y diarrea.

Si se toman minerales en grandes dosis, pueden producirse efectos secundarios como ritmo cardíaco irregular, confusión, debilidad muscular, manchas en los dientes y aumento de la micción.

Cómo elegir el multivitamínico adecuado, el panorama general

Seleccionar un multivitamínico de lata potencia debe ser lo primero al elegir su multivitamínico ideal. Otros aspectos para tener en cuenta son el estilo de vida, la edad, el sexo y cualquier carencia de vitaminas o minerales que pueda tener.

Tenga en cuenta cualquier ingrediente suplementario, como hierbas o flavonoides, presente en el multivitamínico, que pueda aportar beneficios adicionales deseables para usted.

Hable siempre con su médico antes de comenzar una nueva rutina de suplementos, como añadir un multivitamínico diario a su régimen, especialmente si está embarazada, lactando o tiene alguna enfermedad.

Referencias:

  1. Schwartz JB. Vitamin intake, recommended intake, and gender differences. J Gend Specif Med. 2001;4(1):11-15.