¡Ayuda! ¡Mi hijo/a no duerme!

A menudo, los padres visitan mi consultorio y preguntan sobre rituales nocturnos que deban realizar antes de hacer que sus hijos se acuesten. Frecuentemente recibo preguntas sobre el cepillado de los dientes, la lectura de historias, los baños versus duchas, y el cuidado de la piel.

Aquí les presento los factores más importantes para establecer una rutina para acostarse efectiva.

La consistencia es clave

Cada niño es único, así que diferentes rituales para acostarse pueden funcionar mejor para algunos que para otros. Sin importar la rutina que establezca, yo siempre sugiero que sea consistente. La consistencia es importante porque permite que el niño sepa lo que viene a continuación, ¡y ayuda a que se relaje después de lo que probablemente fue un día ajetreado!

Cepillo, libro, cama

La Academia Estadounidense de Pediatría (APP, por sus siglas en inglés) tiene tres recomendaciones para estructurar la rutina nocturna de su hijo/a, y estas son: 

  1. Ayudar a que su hijo/a se cepille los dientes.
  2. Leer juntos un libro favorito (o dos).
  3. Acostarse a una hora fija cada noche.

Los hábitos saludables de sueño son importantes para los niños

Crear un entorno óptimo de descanso también es importante. Un espacio fresco, tranquilo y oscuro es lo mejor para estimular el sueño. Otra consideración importante es limitar el tiempo frente a una pantalla. Se recomienda que se apaguen las pantallas al menos 30 minutos antes de acostarse. Es mejor que los televisores, computadoras y otras pantallas estén fuera de la habitación del niño, para que no se conviertan en una distracción o interfieran con el sueño. 

También asegúrese de limitar la cantidad de juguetes en la cama, para que su hijo/a no se vea tentado a jugar en vez de dormir. Una o dos cosas – una manta de seguridad o un animal de peluche – pueden ayudar a aliviar la ansiedad y hacer que el niño se calme solo.

Considere usar melatonina para las dificultades del sueño a corto plazo

Algunos niños tienen problemas para dormir en la noche, ya sea por ansiedad o por seguir teniendo mucha energía acumulada durante el día. Algunos niños pueden ponerse inquietos durante la noche, especialmente si están viajando o si están en un nuevo ambiente. Las vacaciones o las visitas a la familia en un lugar extraño pueden producir mayor estrés y reducir la posibilidad de un buen descanso durante la noche. En estas situaciones, o si la familia siente que el niño tiene problemas para dormir en casa, yo recomiendo que se agregue melatonina a la rutina para acostarse.

¿Qué es la melotonina?

La melatonina es una sustancia natural producida por una región del cerebro llamada glándula pineal. Es liberada naturalmente durante la noche y ayuda a que el cuerpo se relaje como preparación para el momento de dormir. Es importante señalar que está disponible para venta libre y sin receta médica. No es adecuada para usarse durante el día ni a largo plazo, y siempre debe charlar con su pediatra antes de iniciar el tratamiento con melatonina. Asimismo, esta nunca debe reemplazar a los hábitos saludables de sueño, como los tres que se han mencionado anteriormente. 

Este suplemento es una solución de corto plazo para permitir que el niño descanse mientras se establece una buena rutina para acostarse si esta aún no existe. También podría permitir que los niños mayores vuelvan a tener un horario saludable de sueño si este ha sido alterado por viajes o vacaciones.

¿Qué dosis de melatonina es recomendable para mi hijo/a?

Se recomienda que comience con la dosis más baja, y es importante que trabaje con su pediatra para elegir el producto y la formulación adecuados. La melatonina está disponible en presentación líquida, gomitas, comprimidos masticables y cápsulas –todas con diferentes dosis– así que asegúrese de consultar con su pediatra acerca de la dosis y la formulación correctas antes de iniciar este tratamiento por las noches. Muchos niños pueden responder a la dosis más baja de melatonina cuando se administra de 30 a 60 minutos antes de acostarse.

Considere usar aromaterapia al momento del baño

La mayoría de los niños toman un baño o se duchan por la noche como parte de su rutina para acostarse. La implementación de aromaterapia en ese momento es un gran forma de ayudar a que el niño se relaje durante esta parte de la rutina para acostarse y permite calmar sus sentidos, dejándolo listo para conciliar el sueño luego de irse a la cama. Agregar una o dos gotas de aceite de lavanda al agua de la bañera ayudará a que su hijo/a se calme; y otro gran beneficio es que puede ayudar a aliviar la piel irritada. La manzanilla y la vainilla son otras dos fragancias calmantes que puede agregar al baño de su hijo/a.

Para las noches en las que quiera saltarse el baño, pero siga queriendo aprovechar los efectos calmantes de la lavanda, considere mezclar unas cuantas gotas de aceite de lavanda en un atomizador junto con una taza de agua y rociar la almohada y las sábanas.

Luego del baño, pruebe a usar una loción calmante

Luego del baño, puede seguir estimulando la relajación usando una loción calmante en la piel. Esto también ayudará a mantener la humectación y a evitar la resequedad. Muchas lociones están disponibles en aromas calmantes, como, por ejemplo lavanda, coco o vainilla. Masajear la piel al momento de la humectación también podría ayudar a que su hijo/a se relaje después del baño y a dejarlo listo/a para acostarse.

Asegúrese de que su hijo/a esté teniendo la cantidad adecuada de horas de sueño

Otro factor importante a considerar es cuántas horas de sueño son recomendables para su hijo/a según su edad, y tenerlo presente al elegir la hora de acostarse adecuada. Aquí les presento las recomendaciones de la AAP sobre horas de sueño para niños, según la edad:

  • 4 meses a 1 año: 12-16 horas de sueño por día (incluyendo siestas)
  • 1-2 años: 11-14 horas de sueño por día (incluyendo siestas)
  • 3-5 años: 10-13 horas de sueño por día, (incluyendo siestas, si aún toma siestas)
  • 6-12 años: 9-12 horas de sueño por día
  • 13-18 años: 8-10 horas de sueño por día

Descansar lo suficiente fomenta la buena salud y el bienestar general, y se asocia con una mejor atención, un mejor aprendizaje, comportamiento, control emocional y calidad de vida.

Recuerde, la consistencia es clave cuando vaya a decidir el ritual para acostarse de su niño. Asegúrese de establecer una rutina con la que su hijo/a se siente cómodo/a y en la que sepa qué esperar al momento de acostarse. Esto le permitirá relajarse completamente y dormirse. 

Asegúrese de también involucrar a su pediatra en las conversaciones sobre el ritual para acostarse, especialmente si su hijo/a parece tener dificultades para dormir durante la noche. Él o ella podría recomendar hábitos específicos de higiene del sueño que fomenten un mejor descanso por la noche para su hijo o hijos, ¡y con suerte también le permitirá a usted dormir más horas!

Referencias:

  1. https://www.healthychildren.org/English/healthy-living/oral-health/Pages/Brush-Book-Bed.aspx
  2. https://www.aap.org/en-us/about-the-aap/aap-press-room/Pages/American-Academy-of-Pediatrics-Supports-Childhood-Sleep-Guidelines.aspx