¿Qué es el ácido fólico?

El ácido fólico, también denominado folato o vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble muy conocida;

Las palabras “vitamina hidrosoluble” indican de antemano dos cosas importantes:

  1. El cuerpo humano no puede sintetizar ácido fólico y necesita recibirlo constantemente de los alimentos (por eso es una vitamina).
  2. La hidrosolubilidad del ácido fólico imposibilita su acumulación en el organismo, por lo que debe estar presente en la dieta humana en todo momento para mantener una buena salud.

Diferencias entre folato y ácido fólico

Aunque los vocablos “folato” y “ácido fólico” se suelen considerar casi siempre como sinónimos, existe una pequeña diferencia, no siempre evidente ni precisamente esencial: “folato” suele referirse al origen natural de la sustancia. Por el contrario, “ácido fólico” se refiere a la producción industrial. 

¿Cómo actúa el ácido fólico en el organismo?

El ácido fólico favorece los procesos de división celular, participa en la síntesis de proteínas y tiene un papel esencial en el funcionamiento normal del sistema hematopoyético. 

No es de extrañar que la hipovitaminosis (deficiencia) de ácido fólico se asocie a una gran variedad de problemas de salud, tanto en adultos como en niños. El problema más común es la aparición de una forma especial de anemia, en la que el tamaño de los glóbulos rojos (eritrocitos) cambia: se vuelven anormalmente grandes y no pueden desempeñar plenamente sus funciones relacionadas con el transporte de oxígeno y dióxido de carbono. Como consecuencia, la anemia provoca numerosos síntomas: debilidad, dificultad para respirar, palpitaciones y palidez de la piel.   

Fuentes de ácido fólico en los alimentos

El folato, tanto de origen vegetal como animal, está presente en muchos alimentos en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades humanas. La principal fuente alimentaria de folato son las verduras de hoja verde.

El folato está presente de forma abundante en las espinacas, los espárragos, la lechuga, el brócoli y la col (tanto blanca como coliflor) y en las legumbres: cacahuates, lentejas, garbanzos y soya. Los cacahuates crudos se llevan todos los honores: contienen casi el doble de folato que las espinacas.

Para completar la lista de excelentes fuentes vegetales de ácido fólico, no podemos dejar de mencionar las semillas de girasol, las nueces, los pimientos rojos, los aguacates, las remolachas, los plátanos, los cereales y las frutas. El pan y las papas también desempeñan un papel importante a la hora de satisfacer los niveles de folato requeridos. 

Los productos de origen animal más ricos en folato son los subproductos cárnicos (sobre todo el hígado), los huevos, el pescado y la carne. La leche completa no contiene mucho folato, pero el preparado de yogur multiplica por dos esta cantidad, y en algunas variedades de queso, el ácido fólico es de 10 a 12 veces superior a la misma cantidad de leche.          

¿Por qué se produce el déficit de folato?

En principio, es poco probable que se produzca una hipovitaminosis por ácido fólico, ya que existe una lista bastante amplia de alimentos baratos y accesibles que contienen suficiente folato para prevenir su déficit.    

No obstante, existen una serie de factores que se deben tener en cuenta:

  1. El ácido fólico se pierde con el calor, por lo que la cocción de los alimentos puede reducir el folato en un 80 - 90 %.
  2. El ácido fólico es soluble en agua. Como es lógico, cuando se cuece (sobre todo cuando se vierte el agua al final de la cocción), casi no queda folato en el producto final. 
  3. Algunas condiciones fisiológicas del cuerpo humano (especialmente el embarazo y la lactancia) aumentan significativamente la necesidad de ácido fólico, y la dieta a menudo no satisface estas necesidades.
  4. El déficit de ácido fólico suele presentarse en varias enfermedades. Esta situación puede darse en enfermedades inflamatorias hemorrágicas del hígado y los riñones. La hipovitaminosis puede provocar una absorción deficiente de las vitaminas, sobre todo cuando existen enfermedades inflamatorias del intestino delgado, así como posibles afecciones congénitas que se caracterizan por presentar un déficit de absorción del ácido fólico. El abuso de alcohol puede provocar hipovitaminosis en los adultos. 
  5. Algunos medicamentos pueden reducir la actividad del ácido fólico: anticonvulsivos, diuréticos, algunos anticonceptivos, fármacos utilizados para tratar la diabetes, enfermedades inflamatorias y el cáncer. 

La importancia del ácido fólico en el embarazo

El ácido fólico se encarga de los procesos de división celular y participa en la síntesis de proteínas. Parece evidente que cuanto más activos sean los procesos de división celular en el organismo, mayor será la necesidad de ácido fólico. De ahí la importancia especial del folato durante el embarazo. 

De todos modos, esta función tiene una particularidad muy concreta: es muy importante que en la fase de concepción (inmediatamente después de la cual se iniciará el proceso de división celular activa) no exista déficit de ácido fólico en el organismo de la mujer para que se alcancen satisfactoriamente los efectos fisiológicos.

Son numerosos los estudios con resultados concluyentes que sostienen que un déficit de ácido fólico antes o durante el embarazo multiplica la probabilidad de malformaciones neurales graves en el feto. 

Es por ello que se recomienda a todas las mujeres en edad fértil, especialmente a las que planean un embarazo y a las embarazadas, tomar suplementos de ácido fólico a una dosis de 0,4 mg (400 mcg) al día.

El momento más importante, cuando conviene evitar el déficit de folato, puede considerarse entre un mes antes de la concepción y las 12 semanas de embarazo. De todos modos, es aconsejable empezar a tomar preparados de ácido fólico con tres meses de antelación al embarazo planeado y continuar durante todo el embarazo y el periodo de lactancia posterior. 

Dosis de ácido fólico

Todavía no se conoce ninguna respuesta clara, unificada y de aceptación universal a la pregunta: “¿Cuánto ácido fólico debo tomar diariamente para prevenir problemas?”. No obstante, los organismos nacionales e internacionales más prestigiosos dan cifras muy concretas. 

Pero antes de empezar a conocer estas cifras, hay que aclarar un punto muy importante. Existe una diferencia bastante significativa entre cómo se absorbe el folato de los alimentos y cómo se absorben los preparados de ácido fólico (medicamentos, suplementos). La absorción del folato a partir de los alimentos es de aproximadamente el 50 %, mientras que la absorción del ácido fólico es mucho mayor y casi siempre supera el 85 %. 

Para compensar esta importante diferencia, los científicos han propuesto una unidad de medida especial: los equivalentes dietéticos de folato (DFE, por su sigla en inglés). 

1 mcg de folato en los alimentos equivale a 1 DFE, pero 1 mcg de ácido fólico equivale a 1,7 DFE. Estas proporciones sirven de base para todos los cálculos posteriores. Si, por ejemplo, las necesidades diarias se estiman en 600 mcg de folato alimentario (600 DFE), esto correspondería a unos 353 mcg de ácido fólico (600:1,7). 

Hay que tener en cuenta que las tasas de ingesta de ácido fólico en niños durante el primer año de vida siguen siendo objeto de investigación y debate.

Las cantidades diarias recomendadas de folato en la dieta en función de la edad en mcg (1 mcg = 1 DFE) son las siguientes: 

  • 1 - 3 años - 150 mcg
  • 4 - 8 años - 200 mcg
  • 9 - 13 años - 300 mcg
  • Mayores de 14 años - 400 mcg
  • Embarazadas - 600 mcg
  • Lactantes - 500 mcg

¿Cómo prevenir el déficit de ácido fólico?

El uso preventivo del ácido fólico adquiere especial importancia justo antes de la concepción. Sin embargo, predecir el momento de la concepción puede resultar inexacto e ingrato.

Por este motivo, muchos países están implementando un programa de enriquecimiento de productos con ácido fólico, principalmente arroz, harina (trigo, maíz) y leche, que está dando excelentes resultados, ya que reduce significativamente el número de niños que nacen con malformaciones del sistema nervioso.           

La generalización y aceptación de las recomendaciones sobre nutrición racional, que promueven la diversidad de alimentos con especial atención a las frutas y verduras, pueden prevenir la hipovitaminosis por ácido fólico, y estas recomendaciones son aplicables sin distinción de sexo ni edad.  

Las recomendaciones para cocinar correctamente permiten aprovechar una cantidad significativa de folato en la dieta. Se aconseja, en particular, utilizar vaporeras y hornos microondas como alternativa al método tradicional que consiste en hervir los alimentos para después retirarles el agua.

El ácido fólico está presente en la mayoría de las multivitaminas y es un componente esencial y obligatorio de los preparados vitamínicos y minerales utilizados por las mujeres durante el embarazo y la lactancia. 

Cabe destacar que tanto la planificación del embarazo como el apoyo médico en la fase de preparación son los principales pilares de una correcta gestión de la salud de la madre y su hijo.   

¿Su familia planea un embarazo? Si es así, entonces tiene que consultar muchas cosas con su médico: estilo de vida, vacunas, salud dental, animales domésticos, malos hábitos, uso de medicamentos, ¡y mucho más! ¡Sería bueno, sensato y correcto que se reuniera con su médico tres meses antes de la concepción prevista y eligieran juntos un preparado de ácido fólico para su tratamiento profiláctico!    

Referencias:

  1. https://ods.od.nih.gov/factsheets/folate-HealthProfessional/
  2. https://ods.od.nih.gov/pdf/factsheets/folate-consumer.pdf
  3. https://www.mayoclinic.org/drugs-supplements-folate/art-20364625
  4. https://www.govinfo.gov/content/pkg/FR-1996-03-05/pdf/96-5014.pdf
  5. https://medlineplus.gov/folicacid.html
  6. https://www.fda.gov/media/139471/download