Si supiera que puede hacer algunos cambios en su vida para tener la posibilidad de evitar un montón de enfermedades, entre ellas la diabetes, las enfermedades cardíacas, los infartos, el Alzheimer o la artritis, ¿los haría? Lo que aprendimos sobre la inflamación y la salud durante los últimos años es más que sorprendente.

La inflamación es la causa central de muchas de estas enfermedades. De hecho, la inflamación es la causa subyacente de la mayoría de las enfermedades, la aceleración del envejecimiento y el aumento de peso. No sorprende que algunas de las medidas preventivas más eficaces que podamos tomar estén relacionadas con la nutrición. 

Todos tenemos inflamación. Lo irónico es que, de hecho, la necesitamos. En pequeñas cantidades, la inflamación promueve un cuerpo sano. De hecho, sin la inflamación, no estaríamos vivos. 

Tipos de inflamación

Hay dos tipos de inflamación: la aguda y la silenciosa. Todos somos conscientes de la inflamación aguda. ¿Cómo lo sabemos? Porque la experimentamos con frecuencia. Cada vez que se lastima o se enferma, se resfría o se raspa la rodilla, los compuestos inflamatorios como las pequeñas proteínas llamadas citoquinas y las células blancas llamadas neutrófilos y macrófagos van corriendo a rescatarlo. Aunque sea incómodo, es algo muy bueno, porque sin la inflamación aguda no nos curaríamos. 

Usemos los cortes en el dedo como ejemplo. Cuando se corta el dedo, aparecen pequeños soldados que se apresuran hasta el lugar de la herida. La herida se cura, los soldados se alejan, la inflamación desaparece y está todo bien. Necesitamos esta breve respuesta inflamatoria, y luego necesitamos que desaparezca. 

Ahora bien, cuando la inflamación aguda no cura, sino que continúa liberando compuestos inflamatorios, se convierte en inflamación crónica o silenciosa, que es la más letal porque no desaparece. La inflamación silenciosa es como tener una herida en la parte interna del cuerpo que nunca se cura. 

Muchos vivimos con dolor crónico todos los días, desde dolor de dientes hasta palpitación de las articulaciones. Vivir con dolores molestos o implacables puede generar estrés y una depresión en potencia, lo que no hace más que exacerbar esas dolorosas enfermedades.

Existen formas naturales de ayudar a su cuerpo a reducir el dolor y, en algunos casos, curar el motivo. Desafortunadamente, muchas personas buscan medicamentos que tienen efectos secundarios poderosos que pueden generar incluso más enfermedades. Por ese motivo, determinados nutrientes bien investigados pueden tener el mismo efecto, y en algunos casos incluso más que los de los medicamentos.

¿Qué provoca la inflamación?

De la misma manera que algunos alimentos pueden aliviar la inflamación, algunos otros pueden avivar el fuego. No solo es muy importante saber cuáles aliviarán la inflamación sino también cuáles la potenciarán. Estos alimentos, enfermedades y factores de estilo de vida pueden potenciar la inflamación:

  • Azúcar
  • La dieta estándar de Estados Unidos
  • Los aceites refinados y procesados, como el vegetal, el de soja, el de maíz y el de canela
  • El exceso de peso y la obesidad
  • La flora intestinal insalubre
  • Las deficiencias de nutrientes
  • El estilo de vida sedentario
  • La falta de sueño
  • El estrés crónico
  • La edad 

Formas naturales de combatir la inflamación

La inflamación puede provocar daños importantes a nuestra salud, y saber qué alimentos y suplementos específicos pueden ayudar es lo primero que hay que hacer para saber detenerla.

1. Elija alimentos antiinflamatorios

Los alimentos antiinflamatorios como las frutas del bosque, las verduras de hoja, los pescados grasos, el aceite de oliva,el aceite de coco extra virgen, todos los tés, en particular el té negro, el rojo, el de cúrcuma y&nbps;el té verde son clave. Las especias y las hierbas como la cúrcuma,&nbps;el comino,&nbps;la canela,&nbps;la albahaca,&nbps;el perejil y&nbps;el jengibre,&nbps;el chocolate negro, los vegetales crucíferos como la coliflor y el brócoli, las nueces como las comunes o las pecanas, y las semillas como las de calabaza o girasol son alimentos poderosos para combatir la inflamación.

2. Alimente su microbioma

Imagine que su intestino es un jardín. El primer paso para crear un intestino saludable es cortar las malas hierbas. Deje de alimentar a las bacterias perjudiciales para el intestino al evitar comer alimentos inflamatorios, ya que son su principal fuente de alimento. 

El segundo paso es plantar bacterias saludables para el intestino. Su intestino estará más saludable si se asegura de plantar probióticos saludables mediante un suplemento de calidad, alimentos fermentados o una combinación de ambos. Comer alimentos antiinflamatorios ayuda a que el microbioma esté compuesto por diversas bacterias beneficiosas, que a su vez ayudarán a reducir y evitar la inflamación crónica.

El tercer paso es fertilizar su jardín. Querrá asegurarse de alimentar esos probióticos saludables con fertilizante para su intestino, o prebióticos. Estos incluyen alcachofas, cebollas, ajos, ajoporros, linaza molida, frutos del bosque, manzanas, frijoles y almidón de papa. Recuerde que no quiere que los insectos insalubres de su intestino florezcan y sobrevivan mediante alimentos inflamatorios, al contrario, quiere crear una abundancia de insectos saludables para el intestino mediante prebióticos saludables, que son su fuente principal de alimento.

3. Tome suplementos que reduzcan la inflamación 

  • Curcumina: La curcumina es el compuesto activo de la cúrcuma Muchas investigaciones han demostrado los beneficios de la curcumina para reducir la inflamación, que puede ser tan efectiva como los antiinflamatorios no esteroideos.
  • Canela: La canela contiene efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antimicrobianos.
  • Glicinato de magnesio: La mayoría de la gente tiene una deficiencia de magnesio. Se ha demostrado que el magnesio ayuda a combatir la inflamación. Reduce la proteína C reactiva, que es un marcador de la inflamación, y proporciona varios beneficios adicionales
  • Aceite de neguilla: Una hierba que se ha comprobado que reduce la inflamación en casos de artritis y osteoartritis reumatoide.
  • Aceite de pescado: Un aceite antiinflamatorio muy potente, rico en ácidos grasos omega 3 (DHA y EPA) para ayudar a detener y dispersar la inflamación celular. También es excelente para la salud del corazón.
  • Aceite de krill: Una forma muy biodisponible de ácidos grasos omega 3 que pueden cruzar la barrera sanguínea del cerebro, a diferencia de otras grasas omega 3.
  • Aceite de hígado de bacalao: Un poderoso aceite de pescado que protege la salud. Es rico en vitamina D y A. También puede reducir la formación de coágulos sanguíneos y la inflamación corporal.
  • Jengibre: Se ha demostrado que el jengibre apoya la salud digestiva e incluso ayuda a aliviar de forma temporal las náuseas y las molestias estomacales leves. Además, el jengibre posee una amplia variedad de compuestos que eliminan los radicales libres y ayudan a reducir la inflamación.
  • Boswellia: También conocida como incienso, la fitosoma de Boswellia ayuda a tener una respuesta inflamatoria saludable en el tracto respiratorio y el gastrointestinal, al igual que en las articulaciones los músculos y los tendones. La Boswellia ayuda a equilibrar la respuesta inflamatoria para proteger el tejido cerebral.
  • Aceite de linaza: Rico en ALA (grasas omega 3 a base de plantas), esta fuente concentrada de omega 3 puede ayudar a controlar la inflamación; además, como fuente de grasas saludables, ayuda a apoyar una salud celular óptima.
  • Extracto de té verde: Esto apoya la salud celular, cardiovascular y cognitiva. Es rico en compuestos de planta llamados polifenoles. El más conocido es el EGCG, que posee abundantes propiedades que promueven un buen estado de salud.
  • Bromelina: La bromelina es una encima proteolítica derivada del tallo de la planta de piña. Al consumirla entre comidas, puede apoyar el bienestar de las articulaciones y a aliviar el dolor temporal asociado con el uso excesivo de los músculos.
  • Colágeno en polvo: El colágeno contribuye al crecimiento y mantenimiento de tejidos saludables. Es la proteína estructural esencial para el fortalecimiento de huesos y la flexibilidad de las articulaciones, los tendones, los ligamentos, el cabello, la piel y las uñas. Como polvo, se puede añadir a los batidos, el café o las malteadas.

Conclusiones

Con algunos simples cambios dietarios y de estilo de vida, puede luchar contra la inflamación en lugar de promoverla todos los días. Asegúrese de charlar sobre cualquier cambio importante a su dieta, lo que incluye incorporar suplementos nuevos, con su médico de cabecera.