‌‌‌‌¿Qué es la hipertensión arterial?

Los vasos sanguíneos y el corazón bombean la sangre por todo el cuerpo mediante gradientes de presión. Los fluidos, como el agua, tienden a fluir desde zonas de alta presión a zonas de baja presión. Este principio funciona de la misma manera en el cuerpo, donde los vasos que llevan la sangre fuera del corazón (arterias) tienen una mayor presión que los vasos que llevan la sangre al corazón (venas). La hipertensión arterial se produce cuando la presión en las arterias se eleva más de lo que se considera normal. Los vasos sanguíneos estrechos provocan una mayor resistencia que produce a una mayor presión. El corazón trabajará de forma continua para bombear contra una mayor presión. La hipertensión arterial tarda años en desarrollarse. Por lo general, no presenta ningún síntoma, razón por la cual la hipertensión recibe el apodo de “asesino silencioso”.

‌‌‌‌Las complicaciones de la hipertensión arterial

La hipertensión arterial representa el principal factor de muerte y discapacidad en todo el mundo, incluidos los accidentes cerebrovasculares, la insuficiencia cardíaca, las enfermedades renales crónicas y la muerte por enfermedades cardíacas. Los antecedentes familiares y el estilo de vida pueden afectar a la hipertensión arterial. Entre ellas se encuentran el consumo elevado de sal, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el uso de medicamentos como el ibuprofeno, los estimulantes, los descongestionantes e incluso las drogas ilícitas. Las enfermedades que afectan a otros órganos como los riñones, las glándulas suprarrenales y la glándula tiroides también pueden provocar hipertensión.

‌‌5 suplementos nutricionales que reducen la presión arterial

En el caso de la hipertensión, la prevención sigue siendo fundamental. Es posible que muchas personas no sean diagnosticadas de hipertensión durante muchos años, ya que a menudo no presenta ningún síntoma hasta que es muy tarde. Por ello, además de seguir una dieta saludable, los suplementos como el ácido fólico, la vitamina D, el magnesio, el CoQ10 y la fibra podrían reducir la presión arterial. Siga leyendo sobre estos cinco suplementos nutricionales que reducen la presión arterial.

1. Ácido fólico

El ácido fólico representa la forma sintética del folato, un tipo de vitamina B que ayuda al cuerpo a fabricar células nueva. Unos niveles bajos de folato pueden contribuir a aumentar los riesgos cardiovasculares, incluida la hipertensión arterial Varios estudios han demostrado que el ácido fólico puede ayudar a reducir la hipertensión arterial al favorecer la relajación de las paredes de las arterias, lo que provoca una disminución de la presión.  La administración de suplementos de ácido fólico redujo los valores de hipertensión arterial en aproximadamente un 3 % a lo largo de los años, lo que es suficiente para contrarrestar los efectos negativos de esta enfermedad. Muchas frutas, verduras y cereales contienen ácido fólico. Sin embargo, dado que la persona promedio sólo consume entre 100 y 150 microgramos de ácido fólico al día, es necesario tomar un suplemento para alcanzar al menos la dosis diaria recomendada de 400 microgramos.

2. Vitamina D

El cuerpo produce vitamina D cuando se expone a la luz solar. Nos ayuda a absorber el calcio del intestino y ayuda al sistema inmunitario. Muchas personas que viven en climas fríos presentan niveles bajos de vitamina D debido a la escasa exposición a la luz solar. Si se trabaja en interiores la mayor parte del día, esto también puede contribuir a la deficiencia de vitamina D. La vitamina D ayuda a regular la presión arterial. Desempeña un papel fundamental como regulador de las hormonas producidas por los riñones que ayudan a controlar la cantidad de sal que se retiene. Los informes de observación han señalado tendencias de mayor presión arterial en los meses más fríos del invierno, lo que indica que una menor cantidad de vitamina D puede contribuir a una mayor presión arterial. Los modelos de ratones modificados genéticamente han demostrado que la vitamina D favorecía unos niveles de presión arterial adecuados cuando estos ratones no podían sintetizarla por sí mismos. Lamentablemente, muchos ensayos en humanos en los que se ha comprobado que la vitamina D puede prevenir la hipertensión arterial han arrojado resultados contradictorios. Estos estudios necesitan más tiempo y el control de muchas más variables poco prácticas en los estudios con humanos. Si usted trabaja principalmente en interiores o reside en zonas con cambios estacionales de luz solar, considere la posibilidad de tomar un suplemento de vitamina D. La dosis recomendada es de 1000 UI diarias de vitamina D en adultos sanos.

3. Magnesio

El magnesio también puede ayudar a que las arterias se relajen, lo que provoca una disminución de la presión arterial, pero actúa de manera distinta al ajo y al ácido fólico. El consumo de entre 500 y 1000 mg de magnesio podría reducir la presión arterial entre 2 y 5 mmHg. Combinar el magnesio con alimentos con alto contenido en potasio y bajo en sodio podría ser más eficaz para reducir la presión arterial que consumir únicamente suplementos de magnesio. El magnesio viene en muchas formulaciones distintas, una de ellas con taurina, que puede ser la más eficaz para mantener niveles de presión arterial adecuados. En las etiquetas, esta formulación dirá taurato de magnesio. Esta formulación permite una mejor absorción del magnesio y reducirá los efectos secundarios gastrointestinales observados en otras combinaciones de magnesio. El citrato de magnesio representa una de las formulaciones más comunes. Pero uno de los efectos secundarios de esta formulación es que se presentan molestias gastrointestinales, ya que ayuda al estreñimiento. El glicinato de magnesio representa una formulación que utiliza el aminoácido (glicina), que se encuentra en muchos suplementos nutricionales, y dicha formulación podría ayudar con los problemas de sueño, ansiedad, estrés y depresión.

4. Fibra

Los países desarrollados consumen únicamente la mitad de la fibra dietética de los 25 a30 gramos diarios recomendados. Un metaanálisis ha descubierto que el consumo de fibra dietética puede prevenir la hipertensión. Queda mucho por estudiar sobre el modo en que la fibra puede reducir la hipertensión. Un consumo elevado de fibra dietética ayuda a reducir el índice glucémico de los alimentos, lo que permite controlar la respuesta de la insulina que las comidas con alto índice glucémico podrían tener en la regulación de la presión arterial. Y lo que es más importante, es posible que el consumo de fibra ayude a absorber minerales como el magnesio y vitaminas como la vitamina D y el ácido fólico. El consumo de fibra dietética puede influir en otras medidas de protección del corazón, como la reducción de los colesteroles. Cada gramo de fibra dietética consumido dio lugar a una reducción de 2 mg de lipoproteínas de baja densidad (colesterol LDL), el colesterol “malo” Es más, se ha demostrado que un mayor consumo de fibra en la dieta reduce el riesgo de padecer diabetes de tipo 2.

5. Coenzima Q10 (CoQ10)

La CoQ10 es una molécula antioxidante muy potente que se encuentra en el centro neurálgico de la célula: la mitocondria. Esta molécula ayuda a convertir los alimentos en energía. También tiene el poder de combatir los radicales libres que se encuentran en el organismo. El organismo puede sintetizar parte de esta molécula, pero también se puede obtener a través de la alimentación. La CoQ10 se encuentra en diversos alimentos, como las carnes, el pescado y los frutos secos.

El hecho de tener un nivel bajo de esta potente enzima se ha asociado a enfermedades que afectan el corazón, el sistema nervioso, el metabolismo y la hipertensión arterial. La CoQ10 podría tener la capacidad de relajar los vasos sanguíneos que llevan la sangre desde el corazón y, por lo tanto, podría ayudar a mantener unos niveles sanos de presión arterial. Esto resulta de especial importancia cuando se trata de consumir este suplemento y combinarlo con una dieta saludable.

Según un estudio reciente de Cochrane, el uso exclusivo de este suplemento para ayudar a reducir la presión arterial arroja resultados variados. Es necesario realizar ensayos aleatorios de mayor envergadura para determinar si los efectos de reducción de la presión arterial registrados son una combinación de este suplemento y de dietas saludables o si se deben a otros factores.

Las dosis recomendadas de CoQ10 oscilan entre 30 mg y 200 mg al día. Gran parte de las formulaciones de CoQ10 se presentan en cápsulas de gel, ya que se cree que se absorben mejor que otras formulaciones.

Tenga en cuenta que la hipertensión no produce síntomas la mayoría de las veces. Si sigue una dieta sana con suplementos dietéticos, puede prevenir la hipertensión. Mantener un peso adecuado también previene la hipertensión. Aumentar la actividad física es una buena manera de mantener controlado el peso al tiempo que se reduce el estrés y se previene la hipertensión.

Someterse a exámenes físicos periódicos realizados por su médico lo ayudará a prevenir la hipertensión arterial. Por lo tanto, si piensa en añadir suplementos a su rutina diaria de salud, asegúrese de consultar con su médico y de incorporar uno a la vez.

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