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Por Dr. Eric Madrid, doctor en medicina
El saúco (Sambucus sp.), una planta con flores, ha sido utilizado desde hace cientos de años con propósitos medicinales por los nativos de todo el mundo. Desde hace poco, el saúco se ha vuelto más popular debido a que estudios para medir la Capacidad de absorción de radicales de oxígeno (ORAC, por sus siglas en inglés) muestran que los saúcos tienen más antioxidantes que los arándanos negros y rojos, los cuales son muy reconocidos por sus niveles altos de antioxidantes y sus beneficios para la salud.
En la medicina tradicional, se utiliza el saúco para tratar los dolores de las articulaciones y aquellos provocados por la artritis. Muchos también lo han utilizado para lidiar con los síntomas de las infecciones respiratorias superiores. Varias generaciones en Sudamérica han utilizado al saúco con propósitos medicinales. Se dice que los indígenas americanos lo utilizaban como tratamiento para diversas infecciones y para bajar la fiebre. De igual manera, en Europa, las frutas de los saúcos se utilizaban en jarabes medicinales. En Italia, el saúco se utilizaba como tratamiento contra el herpes, según un estudio de 2005 del Journal of Ethnopharmacology.
Cuando están crudos, los saúcos son alrededor de 80 por ciento agua y 20 por ciento carbohidratos. Menos del uno por ciento de las bayas consiste en proteínas y grasa. Los saúcos son una fuente rica en vitamina C (ácido ascórbico) y ofrecen más de 25 mg por porción. También contienen cantidades moderadas de vitamina B6 y hierro.
Los saúcos son ricos en antioxidantes, especialmente en polifenoles como las antocianinas. Eso es lo que les da su color púrpura azulado. Además, se cree que sus niveles altos de antioxidantes son una de las razones por las cuales tienen tantos beneficios para la salud.
El resfrío común, un tipo de infección respiratoria superior (URI, por sus siglas en inglés) es la forma de infección más común entre las que se topan las personas durante su vida. Se estima que existen más de 200 tipos de virus distintos que pueden infectar a los humanos. Luego de quedar expuesto, normalmente se necesitan entre uno y tres días para que comience la enfermedad si la persona es susceptible. Usualmente, la infección dura siete días, pero en casos en los cuales el sistema inmune de la persona ya esté sobresaturado, puede durar varias semanas. Por lo general, el mismo virus nunca infecta a la misma persona dos veces, ya que el cuerpo se vuelve inmune luego de la primera exposición.
Aunque no existe una cura para el resfrío común, hay formas inteligentes para prevenir la infección. Estas incluyen lavarse las manos con frecuencia, tener una dieta saludable, evitar el contacto con personas enfermas y dormir de forma adecuada. Sin embargo, con frecuencia esto no es suficiente, e incluso aquellos que tienen cuidado podrían descubrir que incuban los síntomas.
Un virus más peligroso que el del resfrío es el de la influenza, también conocido como «la gripe», que afecta a millones de personas en todo el mundo cada año. A veces, la influenza puede causar la muerte en personas con riesgo alto (por ejemplo, diabéticos, pacientes con enfermedades pulmonares, adultos mayores y quienes padezcan cáncer). El fallecimiento usualmente es resultado de una infección secundaria, como la neumonía bacteriana. Con frecuencia, los profesionales de la salud recomiendan vacunarse contra la influenza para ayudar a reducir el riesgo de infección.
El saúco también podría ayudar. Un estudio realizado en 2016 mostró que el saúco puede reducir la duración de los síntomas del resfrío en viajeros de aerolíneas, mientras que un estudio llevado a cabo en 2009 por Phytochemistry demostró que el saúco puede tener los mismos efectos que los medicamentos antivirales de prescripción como la Oseltamivir (Tamiflu) y la Amantadina. Además, en 2014, un estudio concluyó que el saúco puede ser un tratamiento efectivo para aquellas personas infectadas con el virus de la influenza. Otro estudio de 2017 propuso el mecanismo científico mediante el cual el saúco puede ayudar a prevenir infecciones de influenza, lo que le dio más crédito científico.
Por último, en 2012, otro estudio indicó que el jugo concentrado de saúco tenía un efecto beneficioso al estimular la respuesta del sistema inmune, previniendo así una infección viral.
El sistema inmune es un sistema complejo con el cual el cuerpo aprende a protegerse contra los invasores bacterianos, virales y micóticos que podrían ser dañinos. El sistema inmune desarrolló un mecanismo complejo mediante el cual puede diferenciar aquellos microbios dañinos para el cuerpo de otros que sean beneficiosos, como los probióticos. Ochenta por ciento de la capacidad de reconocimiento del sistema inmune yace en el tracto intestinal de las personas (GALT y MALT, por sus siglas en inglés), así que es vital asegurarse de tener una biodiversidad intestinal óptima. Curar un intestino permeable es crucial para optimizar la salud.
Minimizar los niveles de estrés y tener una dieta saludable es importante para tener un sistema inmune óptimo. Una dieta rica en frutas y vegetales coloridos puede ayudar. En particular, el saúco podría contribuir al incremento de la resistencia del sistema inmune, según estudios. Dos de ellos, uno llevado a cabo en 2001 y otro en 2002, mostraron los beneficios del saúco en reforzar la respuesta del sistema inmune.
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es uno de los factores de riesgo más elevado para las enfermedades coronarias; más de 7 mil millones y medio de personas de todo el mundo tienen presión alta.
La presión alta se produce cuando las arterias tienen una resistencia elevada, con frecuencia a causa de la inflamación vascular y la arterosclerosis. En consecuencia, el corazón debe trabajar más de lo normal para bombear la sangre por todo el cuerpo de forma eficiente. Al hacerlo, puede agrandarse, lo que incrementa el riesgo de sufrir un fallo coronario congestivo y enfermedades del corazón.
Un estudio realizado por Pharmaceutical Biology en 2016 mostró que los saúcos pueden ser útiles al lidiar con presión alta. Una ingesta diaria generosa de vegetales y ejercicios físicos rutinarios también son cruciales para controlar la presión sanguínea.
La inflamación crónica es un factor de riesgo conocido para muchas enfermedades, incluyendo las coronarias, autoinmunes y de las articulaciones. Una dieta rica en antioxidantes de frutas y vegetales puede ayudar a reducir los niveles generales de inflamación y ayuda a optimizar la salud del intestino, lo cual es un factor crucial para la salud general.
Un estudio de 2011 publicado en el Journal of Ethnopharmacology mostró que el saúco enano, una variante, puede ayudar a reducir la inflamación del TNF alfa, un marcador sanguíneo, en personas que sufren enfermedades inflamatorias crónicas. Además, un estudio realizado en 2017 por Pharmaceutical Biology mostró que el extracto de saúco también puede ayudar a reducir los niveles de inflamación en sujetos de prueba. Por último, un estudio de 2014 mostró que los saúcos de las Islas Canarias pueden utilizarse para reducir la inflamación crónica y el dolor asociado. Se desconoce si este beneficio es válido para las otras especies de saúco.
La diabetes tipo 2 está a punto de convertirse en una de las enfermedades más comunes del mundo. Principalmente causada por el estilo de vida, la diabetes es el resultado de la ingesta excesiva de azúcares y carbohidratos refinados. Esto causa una resistencia a la insulina y, por último, niveles elevados de glucosa en sangre.
Evitar la ingesta excesiva de azúcares refinados puede cumplir un rol importante a la hora de prevenir y lidiar con la diabetes. Sin embargo, con frecuencia, cuando los cambios dietarios y de estilo de vida no son suficientes, un médico prescribirá medicamentos para ayudar a gestionar el azúcar en la sangre. Algunos prefieren un enfoque más natural con hierbas y suplementos. El saúco es una de estas hierbas que parecen ser beneficiosas.
Un estudio realizado en 2015 y otro en 2018 mostraron que el extracto de saúco puede reducir la resistencia a la insulina, un descubrimiento omnipresente en todos los diabéticos. En 2016, un estudio con animales también demostró que el saúco puede ser útil en tratamientos para la diabetes. Otro estudio de 2017 comprobó que el saúco tiene un efecto antidiabético y que podría ser considerado un «alimento funcional» en la lucha contra la diabetes.
Por último, un estudio publicado en PLoS One en 2017 sobre una bebida que consistía en distintas bayas, incluidas las del saúco, concluyó que eran beneficiosas en la prevención de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la reducción de las capacidades cognitivas.
Es importante que consulte con su médico antes de añadir cualquier suplemento a su régimen alimenticio si tiene diabetes. Nunca deje de tomar sus medicamentos a menos que se lo indique su médico.
El colesterol es una sustancia cerosa que circula en la sangre y genera una capa en la parte interna de las arterias. Los niveles elevados son un factor de riesgo de sufrir enfermedades coronarias e infartos. Muchas personas creen que reducir los niveles de colesterol puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares. En general, el colesterol es una molécula importante necesaria para tener una buena salud cerebral y nerviosa, y para la síntesis hormonal.
Un estudio con ratones llevado a cabo en 2015 por Food & Function mostró que los saúcos pueden ayudar a reducir los niveles generales de colesterol en la aorta, mientras que aumenta los niveles de colesterol HDL (el bueno) al compararlo contra un placebo. También se demostró que los saúcos reducen los triglicéridos en estudios con ratones.
En 2014, un estudio del International Journal of Food Sciences and Nutrition llegó a resultados similares. Se demostró una reducción del 15 por ciento del colesterol total, un 15 por ciento en los triglicéridos y un 25 por ciento del colesterol LDL (el malo). Además, los niveles de antioxidantes en la sangre mejoraron. Por esta razón, muchos consumen saúco como alimento o como suplemento para ayudar a mejorar su perfil metabólico general.
Otros estudios evalúan el uso de saúcos en tratamientos para trastornos epilépticos. Sin embargo, de momento, los datos son preliminares. Por supuesto que, si toma medicación contra la epilepsia, no debe dejar de tomarla ni reemplazarla sin indicaciones de su médico.
El saúco está disponible en forma de té, jarabe y pastillas para gargantas irritadas. También en forma de gomitas y cápsulas para uso general de salud.
Referencias:
