El dolor agudo y crónico ha afectado a los humanos desde el comienzo de los tiempos. Los antiguos sanadores, chamanes y, hoy en día, médicos, naturópatas, quiroprácticos y acupuntores, utilizan diversos enfoques para tratar los síndromes de dolor agudo y crónico. El dolor crónico se diagnostica cuando una persona sufre dolor en una zona específica durante más de seis semanas, que proviene normalmente de una inflamación y que crea un desequilibrio en el cuerpo.

Con frecuencia, se asocia el dolor crónico a las siguientes condiciones, el cual reduce la alegría de vivir:

  • La osteoartritis y la enfermedad articular degenerativa
  • Artritis reumatoide
  • Dolor de espalda y la enfermedad degenerativa de disco
  • Fibromialgia
  • Neuropatía periférica
  • Síndrome de dolor regional complejo (CRPS)
  • Migrañas
  • Dolor crónico relacionado con el herpes zóster (neuralgia postherpética)

Las compañías farmacéuticas han creado medicamentos para ayudar a los pacientes a reducir el dolor asociado con estos problemas y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, las medicinas no están exentas de efectos secundarios, algunos de los cuales pueden resultar peligrosos. Yo receto a menudo estas medicinas porque funcionan muy bien. Sin embargo, creo que deberían utilizarse como último recurso; llegar a la raíz causante de la inflamación y el dolor es un camino más inteligente para un tratamiento a largo plazo.

Se ha demostrado que lo siguiente incrementa el dolor en todo el cuerpo:

  • Inflamación sistémica
  • Un sueño pobre
  • Biomecánica alterada (problemas para caminar, moverse, etc.)
  • Estilo de vida sedentario
  • Obesidad
  • Resistencia a la insulina (debido a tener sobrepeso u obesidad)
  • Dieta alta en productos de base animal
  • Dieta alta en comida rápida y alimentos procesados
  • Dificultades con las relaciones; un estudio de 2014 en el Journal of Pain y otro estudio de 2017 en el European Journal of Neuroscience mostraron que los comentarios negativos de otra persona, p. ej., el cónyuge o un amigo, pueden empeorar el dolor físico
  • Sentimientos de culpa
  • Sentimientos de furia contra otra persona

Enfrentarse al problema subyacente que provoca el dolor crónico es el primer paso que debería tomarse. No obstante, a veces pueden ser necesarias las medicinas, especialmente cuando los cambios en el estilo de vida y los complementos no son suficientes. No dejes de tomar ningún medicamento sin consultar primero con tu médico.

Lo siguiente pueden ayudar a reducir los síntomas del dolor crónico:

  • Ejercicio rutinario según se tolere
  • Buenos hábitos de sueño
  • Aliviar el estrés
  • Mejorar el control del azúcar en la sangre para aquellos con diabetes
  • Consumir una dieta basada principalmente en plantas
  • Consumir una dieta rica en frutos secos, semillas y alimentos con grasas omega-3.
  • Amor a ti mismo y a los demás
  • Actitud de perdón hacia ti mismo y los demás
  • Buen apoyo social
  • Ciertos medicamentos y complementos

Pros y contras de los analgésicos recetados para el dolor

Los medicamentos utilizados comúnmente para el dolor crónico incluyen el acetaminofeno (Tylenol, paracetamol), fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDS) y medicinas basadas en narcóticos. Estos tipos de medicinas han ayudado a millones de personas a superar cada día reduciendo el dolor. Pero hay riesgos, los cuales discutiremos a continuación.

Paracetamol/acetaminofeno

El paracetamol, o acetaminofeno en Estados Unidos, también es conocido por los nombres comerciales de Tylenol, Calpol o Panadol. Descubierto en 1877, este medicamento está disponible sin receta médica. Aunque es útil para muchos, el paracetamol puede provocar estrés oxidativo en el hígado. Cuando se toma en exceso o durante periodos prolongados de tiempo, puede inducir a daños en el hígado o, raramente, reacciones fatales para la piel con el surgimiento de graves ampollas. Evita beber alcohol si consumes paracetamol o acetaminofeno regularmente.

Nutrientes reducidos:

Complementos aconsejados:

Medicinas antiinflamatorias no esteroideas (NSAIDS)

Las medicinas antiinflamatorias no esteroideas (NSAID) están disponibles con y sin receta médica, dependiendo de su potencia. Esta categoría de medicinas se utiliza frecuentemente para tratar dolores de cabeza, de espalda, en el cuello y dolor relacionado con la artritis.

Yo las receto frecuentemente cuando es apropiado. Si se toman unos pocos días o semanas son relativamente seguros. Sin embargo, estas medicinas no están exentas de efectos secundarios cuando se utilizan a largo plazo para el dolor crónico y pueden incrementar el riesgo de úlcera de estómago, enfermedad renal, derrames y ataques cardiacos.

En 1999, la Administración Federal de Medicamentos aprobó el rofecoxib (Vioxx, Ceoxx y Ceeoxx) para el tratamiento del dolor de la osteoartritis. Cinco años más tarde, el medicamento se retiró del mercado tras ser culpado de provocar ataques cardiacos.

Los expertos creen que hasta 60 000 personas podrían haber muerto debido a los efectos secundarios de este medicamento. Afortunadamente, las otras opciones en el mercado parecen ser más seguras, pero tienen riesgos asociados con ellas, incluyendo la reducción de nutrientes.

Las medicinas de este tipo incluyen: ibuprofeno (Advil, Motrin, Brufen, Nurofen, Eve, etc.), naproxeno (Naprosyn, Aleve), diclofenaco, indometacina y meloxicam (Mobic)

Nutrientes reducidos:

  • Folato o ácido fólico - importante para la salud del corazón y del cerebro
  • Vitamina C – puede ser responsable de parte del aumento de moretones que se ven en los usuarios crónicos
  • Vitamina E – importante para la salud del corazón
  • Melatonina – podría ser responsable de los síntomas relacionados con el insomnio que experimentan algunos

Complementos aconsejados

Narcóticos:

Los narcóticos se utilizan comúnmente para los trastornos de dolor crónico. Derivan de la amapola del opio. No solucionan el problema subyacente ni reducen la inflamación; simplemente crean una sensación de euforia o bienestar. El exceso de uso y el abuso de los narcóticos es una epidemia en Estados Unidos, Europa, Rusia y Asia. Cuando se utilizan durante un breve periodo pueden ser útiles. El uso a largo plazo puede incrementar realmente los niveles de dolor y el riesgo de que la persona deje de respirar. Según los Centros de Control de Enfermedades (CDC), en 2015 murieron más de 33 000 personas por sobredosis de opiáceos en Estados Unidos. La mitad de las muertes fueron debido a medicinas opiáceas con receta. Una de cada diez personas que toman estos medicamentos tiene riesgo de adicción.

Las medicinas de este tipo incluyen: codeína, tramadol, hidrocodona, oxicodona, sulfato de morfina, fentanilo (ver acetaminofeno/paracetamol si se toma una combinación de narcótico/acetaminofeno/APAP).

El uso del tabaco hace menos efectivos a los narcóticos incrementando la eliminación del narcótico por parte del cuerpo. Cuando los narcóticos se combinan con alcohol u otros medicamentos controlados, los resultados pueden ser fatales; la combinación puede provocar frecuencia cardiaca lenta o dejar de respirar.

Nutrientes reducidos:

  • Vitamina C
  • Melatonina

Complementos aconsejados

Alternativas más seguras utilizando suplementos nutricionales y antiinflamatorios naturales

Enfoque nutricional hacia el alivio del dolor crónico

  • Consumir una dieta basada principalmente en plantas es lo mejor para reducir la inflamación crónica y el dolor en las articulaciones y en la espalda.
  • Los estudios han demostrado que la dieta mediterránea puede ser útil para reducir el dolor de las articulaciones provocado por la artritis. Esta dieta es rica en frutas, verduras, pescado, aves y aceite de oliva.
  • Un estudio en Lancet demostró que los pacientes que consumían una dieta vegana sin gluten durante tres a cinco meses y después cambiaban a una dieta lactovegetariana reducían significativamente su dolor articular hasta 1 año.
  • Limitar los productos de origen animal como los lácteos, el queso, la ternera y el pollo ayuda a reducir el dolor crónico. La ternera alimentada con hierba, sin hormonas ni antibióticos, y las aves son una mejor opción.
  • Evita los azúcares, los carbohidratos simples, las grasas trans (aceites hidrogenados) que provocan más inflamación y, por lo tanto, más dolor.
  • Consume en tu dieta alimentos fermentados como kefir, kombucha, sopa miso y chucrut
  • Alcanza tu peso óptimo, que para la mayoría es un índice de masa corporal (IMC) menor de 25. Llevar exceso de peso, especialmente en el abdomen, sitúa más estrés en la espalda y articulaciones. El peso extra también incrementa las proteínas inflamatorias (p. ej., citoquinas) de tu sangre, provocando mayor dolor.
  • Las frutas y verduras orgánicas contienen fitonutrientes que disminuyen la inflamación y ayudan a reducir el dolor general. Ponte como objetivo de cinco a nueve porciones al día. Familiarízate con los "15 limpios" y la "Docena sucia" del Grupo de Trabajo sobre el Medioambiente.
  • Las personas con sensibilidad alimentaria pueden tener un mayor dolor articular con los lácteos, los cereales (sensibilidad al gluten) y las solenáceas (tabaco, tomate, patata blanca y pimiento).
  • Haz una dieta de eliminación de dos semanas para ver si estos alimentos están asociados con tu dolor articular.

Terapias alternativas

  • La acupuntura y el qigong podrían ayudarte con el dolor de la artritis en la rodilla.
  • La concienciación y la meditación son útiles para minimizar el dolor asociado con la osteoartritis y la artritis reumatoide.
  • Se ha visto que el tai chi es útil para aliviar el dolor de la rodilla entre otros dolores.
  • El yoga también ha demostrado disminuir el dolor de las articulaciones en las personas con artritis reumatoide y osteoartritis.

Suplementos nutricionales primarios para el dolor e inflamación crónica

  • Curcumina/Cúrcuma - Los estudios muestran que esta hierba es útil para reducir el dolor de la artritis reumatoide y la osteoartritis. También puede ser útil para aquellas personas con dolor de espalda y dolor relacionado con los nervios. Los científicos han descubierto que esta hierba hace cosas similares a múltiples medicamentos con receta populares puesto que modifica las señales NF-KB y reduce los elementos químicos proinflamatorios como el COX-2 y el 5-LOX. Dosis recomendada: 500 mg de una a tres veces al día.
  • Aceite de pescado omega 3 (EPA/DHA) - Los estudios muestran que los ácidos grasos esenciales ayudan a mejorar el dolor y reducen el uso de NSAID. También señalan una reducción en la rigidez de las articulaciones cuando se toma el aceite de pescado a diario. Los omega-3 también pueden ser útiles para aquellos con dolor de espalda crónico. Dosis recomendada: De 500 mg a 4000 mg al día.
  • Nigella Sativa (aceite de semilla de comino negro) - Una hierba medicinal que ha demostrado reducir la inflamación en la artritis reumatoide y la osteoartritis. Lo hace inhibiendo los elementos químicos inflamatorios llamados interleukin-1, 6 y el factor nuclear KB. Dosis recomendada: Según indica el prospecto.
  • Boswellia - Este complemento herbal ayurvédico puede ayudar a reducir el dolor y los marcadores de la inflamación en la sangre, como el CRP en la artritis reumatoide, y reducir el dolor debido a la osteoartritis. Los estudios también demuestran que la boswellia puede ser útil en las personas con dolor debido a una neuropatía periférica. Dosis recomendada: 500 mg al día o según se indique.
  • Jengibre - El jengibre puede ayudar a reducir los marcadores inflamatorios y el dolor en la artritis. El jengibre es un inhibidor de COX, lo que significa que funciona de forma similar al ibuprofeno y al naproxeno para reducir el dolor y la inflamación. Afortunadamente, no tiene los mismos efectos secundarios peligrosos. Dosis recomendada: 25 mg al día o según se indique.

Los complementos anteriores pueden tomarse de forma separada en un complemento de combinación nutracéutica.

  • Vitamina D – Los estudios muestran que aquellos con niveles más altos de vitamina D tienen menos probabilidad de desarrollar artritis reumatoide. El consumo rutinario también reduce el dolor crónico. Dosis recomendada: 2000 - 5000 UI al día.
  • Probióticos – Los probióticos pueden ayudar a reducir el dolor crónico optimizando la salud intestinal y ayudando a invertir un intestino permeable. Se aconseja el consumo de un probiótico que contenga tanto Lactobacillus como Bifidobacterium. Dosis recomendada: de 5000 a 30 000 millones de unidades una o dos veces al día.
  • Magnesio . Los estudios han demostrado que el magnesio, un relajante muscular natural, puede ser útil para quienes tienen fibromialgia. Un estudio de 2013 en Rheumatology International indicó que el citrato de magnesio oral reducía el dolor en los pacientes con el dolor relacionado con la fibromialgia. Además, un estudio de 2015 en el Journal of Integrative Medicine demostró que cuando se aplicaba cloruro de magnesio a la piel, se reducía el dolor. Algunos estudios también han mostrado que podría ser útil una combinación de magnesio y ácido málico. El magnesio está disponible en cápsulas, aerosoles y en loción. Dosis oral recomendada: 125 a 500 mg o según se indica en el prospecto.

Complementos nutricionales secundarios para el dolor y la inflamación crónicos

  • Glucosamina y sulfato de condroitina ha demostrado reducir el dolor de la rodilla, según una gran reseña que comparaba 4900 pacientes que tomaron el complemento con 4100 que tomaron un placebo.
  • SAM-e también es efectivo para disminuir en dolor asociado con la artritis Dosis recomendada: 400 mg 2-3 veces al día.
  • Bromelaína es una enzima que se extrae de las piñas. Ayuda a reducir el dolor crónico en las articulaciones debido a la inflamación. La bromelaína también podría ayudar con el dolor asociado con la neuropatía diabética periférica. Dosis recomendada: Bromelaína, 500 mg 2-3 veces al día.
  • La corteza de sauce blanco ha sido utilizada por los nativos americanos para la fiebre y el dolor durante siglos. Contiene salicina, el compuesto del que proviene la aspirina. No tomes esta hierba si tomas aspirinas, anticoagulantes o medicamentos NSAIDS. Dosis recomendada: Tómese según indica el prospecto.

Nota: Si tomas anticoagulantes u otros medicamentos con receta, consulta con tu proveedor de cuidados médicos antes de empezar cualquier complemento para el dolor agudo o crónico.

Resumen

El dolor crónico es una causa primaria de insatisfacción en la vida. Las medicinas con receta pueden ser útiles, pero no están exentas de efectos secundarios que preocupan a mucha gente. Es esencial ponderar los riesgos y los beneficios. Elegir un estilo de vida que se centre en porciones generosas de frutas, verduras y en una mayor actividad física según se tolere es fundamental para sentirse mejor y reducir la inflamación crónica. Hay diversos complementos en el mercado que han resultado útiles para muchas personas que sufren dolor crónico. Muchos comienzan con complementos como la vitamina D, el aceite de pescado omega-3 y los probióticos. Más tarde, muchos consideran añadir magnesio, cúrcuma, jengibre y otros, según vimos anteriormente. Ponte en marcha y busca el bienestar y la felicidad ¡Come sano, piensa sano y sé sano!

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